en la Cualificación y la Calificación de los Preconductores y Conductores.
Por Carme Huguet.
RECICLAJES
Los años de bonanza económica han contribuido de forma especial a que una gran mayoría de ciudadanos, hayan cambiado sus vehículos en un período relativamente corto por vehículos de mejores prestaciones. Esos nuevos vehículos iban dotados de diversos y nuevos elementos de aviso y seguridad que en demasiadas ocasiones no sabían como interpretarlos o como actuaban.
Hablar de sistemas SRS (cinturones de seguridad), ABS (sistema antibloqueo ruedas), BAS (servofreno de emergencia), TCS (control de tracción), ESP (control de estabilidad), GPS (sistema de posicionamiento), ERM (control electrónico de inclinación), AIRBAG (bolsa de aire), suspensión ESA (modelos BMW)... es en muchos casos, como estar hablando una lengua extraña. Sin embargo, muchos modelos de vehículos actuales disponen de bastantes de estos elementos.
Otros términos frecuentes y que pertenecen a esa lengua extraña son: carrocería de deformación programada, sistemas de visión nocturna, de detección de ángulos muertos, de detección de señales, de aviso de cambios de carril, luces de conducción diurna, luces adaptativas, neumáticos anti-pinchazo, TPMS (control de presión de inflado), sistemas olvido cinturón de seguridad, reposacabezas activos, sistema ISOFIX (anclaje sistemas retención niños), sistemas e-call (sistemas de llamadas emergencia), evaluaciónEuroNCAP (pruebas de choque y test que nos permiten conocer la fiabilidad de un vehículo)...
Términos como: glorietas, turbo-glorietas, carril VAO, entran también en esa nueva y extraña lengua. No sólo se desconocen los nombres que no sería lo más grave, sino como comportarse y utilizarlos cuando se encuentran en las vías.
Leyes y Reglamentos cambiantes, en ocasiones para adaptarse a los cambios que se generan, ya que el tráfico es un elemento vivo y por ello, cambiante; aunque algunas de estas modificaciones deben hacerse por falta de previsión o errores subsanables.
Recientemente, se ha aprobado una nueva Ley de seguridad vial y estamos pendientes de la elaboración de nuevos reglamentos que complementen, sin embargo, después de haberle dado varias lecturas a esa nueva Ley, a mí se me ocurren algunos puntos que deberán ser modificados.
Todo en conjunto, hace que sea necesario establecer algún sistema de control para garantizar la seguridad de todos los usuarios.
¿De qué sirven las mejores infraestructuras, si no se saben utilizar y optimizar?
¿De qué sirven los mejores modelos de vehículos, con tantos de elementos de seguridad activos y pasivos, si la mayoría desconocen su uso?
¿Queremos reducir la alta siniestrabilidad?
¿Queremos cumplir el precepto de la OMS en su decenio para la seguridad vial? Un decenio que se inicio en 2011 y al que se adhirió España.
¿Conseguiremos en 2020, cero víctimas?
Mi respuesta es no. Y es no, porque si no conseguimos conductores y usuarios seguros, no conseguiremos reducir la siniestrabilidad. Para conseguir bajar las cifras de mortalidad y morbilidad, debemos hacer un trabajo serio y responsable en todos los estamentos de la sociedad.
Se han publicado nuevas estadísticas sobre víctimas mortales en nuestro país y las cifras ya son preocupantes, porque tras unos años de descenso, las cifras vuelven a estar en alza. El descenso de los últimos años ha sido provocado, no por las mejoras en educación y formación vial, sino por el menor número de desplazamientos, como consecuencia de la crisis económica y las dotaciones de seguridad activas y pasivas que han mejorado en los vehículos.
Algunos usuarios responsables empiezan a darse cuenta de que sus conocimientos se encuentran algo olvidados, en algunos casos obsoletos y que necesitan una readaptación al conocimiento de las normas básicas y señalización; y, por su propia cuenta, acuden a charlas informativas, cursos de reciclajes, etc... Pero, como de momento es un acto voluntario, todavía no son demasiados los que toman esa concienciación.
Ni que decir que en los centros de formación de conductores, en los que no es posible establecer un régimen de asistencia a las aulas obligatorio para la obtención de permisos, hace que sea complicado trasladar a los futuros conductores conocimientos y sensibilización. Difícil se me hace transmitir muchos conceptos a través de programas on-line. Y en cuanto a la sensibilización, sin comentarios. ¿Si no establecemos "feedback", cómo vamos a sensibilizar?
Tampoco se libran algunos de los profesionales que deberían reciclarse y cambiar sus sistemas de enseñanza y transmisión de conocimientos. Cuando oigo expresiones, tales como: ..."es que ese examinador...", ..."no sé porque has suspendido, porque lo has hecho genial"... señores, un poco de seriedad. Nunca puedes decirle a un aspirante que lo hace de lujo, ni siquiera a un conductor, porque estamos haciendo un trabajo en el que tenemos en nuestras manos, vidas de personas.
Nos queda un largo camino por delante para alcanzar el objetivo cero, pero, las dificultades no pueden hacer que miremos hacia otro lado. Hay que ser exigentes en el trabajo, en la cualificación y la calificación.
http://carme-huguet-vial-laboral.blogspot.com.es/
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