Evitar el viaje si no es estrictamente necesario.
Llevar en el vehículo:
A mano:
Chaleco reflectante, ropa de abrigo, linterna, espátula de plástico, botiquín,
el teléfono móvil cargado, agua, comida,
cadenas para los neumáticos motrices o sistema homologado que las sustituya.
Llevar el depósito de combustible lleno.
Revisar en el vehículo los niveles de todos los líquidos, estado del alumbrado,
neumáticos, limpiaparabrisas, superficie
acristalada y espejos.
Ir el eliminando la nieve, hielo y vaho que se pueda acumular en cristales,
espejos, luces y pasos de rueda.
Utilizar el alumbrado correspondiente para ver y que te
vean.
La nieve es especialmente deslizante con los primeros copos
y cuando se endurece.
En llano y en pendientes ascendentes utilizar las
marchas más altas posibles.
En pendientes descendentes utilizar las marchas más cortas posibles
para que el motor nos haga de freno y utilizar el freno de pie
lo menos posible.
Accionar todos los mandos con mucha suavidad y
antelación.
Reducir la velocidad y aumentar las distancias de
seguridad.
Seguir los surcos abiertos por otros vehículos precedentes si no están helados.
Si lo están, cerca de ellos sin pisarlos.
El hielo surge por la noche y al amanecer, con temperaturas
cerca o inferiores a 0 ºC, en zonas sombrías, húmedos, puentes,
pasos inferiores o superiores y en las cunetas.
Para iniciar la marcha es recomendable hacerlo con la
dirección recta.
Si pisas una placa de hielo, evita frenar y si lo haces, que sea de forma suave,
deja de acelerar progresivamente y sujeta la dirección recta y firmemente,
hasta recuperar la adherencia.
Si estacionas de noche tapa el parabrisas y levanta los
limpiaparabrisas.
Quita el hielo de los cristales con la calefacción y la luneta térmica del vehículo,
con un rascador adecuado o con algún líquido con alcohol,
nunca con agua caliente.
Deja el carril izquierdo libre para los servicios de
emergencia.
Si te quedas atrapado dentro del vehículo, deja el motor encendido,
utiliza la calefacción, renueva el aire interior frecuentemente,
no te quedes dormido y vigila que el tubo de escape no se quede taponado
por la nieve, deja las luces de posición encendidas si es necesario
y no quites la nieve acumulada del techo
hasta que puedas reanudar la marcha.
En caso de abandonar el vehículo déjalo correctamente señalizado.
Ante cualquier emergencia llama al 1.1.2.
Después de nevar, si hace sol, es recomendable utilizar
gafas de sol.
Dionisio Almendros Belmonte.
Profesor y Director de Formación Vial Íntegro.
Jefe de la Delegación de ProVial en Castilla-La Mancha.
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