Los Profesores y Directores de Formación Vial
tienen mucho que decir y hacer
en pro de la reducción de la Siniestralidad Vial.
Por Carme Huguet, Presidenta de ProVial.
CARME HUGUET: Colegiar a los profesionales de la formación vial
Los profesionales de la seguridad vial constituyen bloques dispersos de especialistas a quienes resulta muy difícil extender su voz colectiva. Hacen falta líderes y mejor lideresas que alcen la voz con valentía, rigor y constancia.
Las Administraciones Públicas se vienen erigiendo como responsables de la evolución de las estadísticas de accidentalidad y de mortalidad de circulación en los territorios de su competencia. Es cierto que sus Directivos, políticos casi siempre, técnicos ocasionalmente, tienen acceso a los poderes legislativo y ejecutivo para poder establecer estrategias de prevención y de control que extiendan acciones de las 4 E (Education - Engeeniering - Emergency - Enforcement) sobre los tres elementos del tráfico (vía - vehículo - persona) dentro de cuyos planes, sigue siendo el factor humano (cómo incidir en los comportamientos, hábitos y actitudes entre los usuarios de la vía pública de una sociedad), el más rentable.
Pero los responsables públicos no acostumbran a ser conscientes de que por ellos mismos, con estructuras, medios y presupuestos limitados, no van a conseguir los mejores resultados que si fueran capaces de movilizar a la sociedad activando los mecanismos de participación de los escalones sociales de mayor influencia. Los mejores gestores públicos de la seguridad vial son los que con habilidad y eficacia consiguen la colaboración de una sociedad civil entusiasta, dispuesta, barata y profundamente penetrante en los rincones que tanto les cuesta llegar a los entes públicos : empresa , familia , barrio, comercios y sobre todo, muy por encima de todos los profesionales de la seguridad vial.
Se tiende a contar con los agentes sociales, cierto, que son un escalón importante del los esquemas estratégicos, pues las Asociaciones Empresariales y las Centrales Sindicales, ejercen una tarea óptima aunque tienen dificultades en acotar su campo de trabajo, muy amplio y generalista, en la medida que su participación se va haciendo específica. Los luchadores sindicales como Gerardo Palomino y Manel Ferri que han dedicado toda su vida a la seguridad vial y la movilidad sostenible saben mucho de ello.
Los verdaderamente influyentes en el factor humano de la seguridad vial son aquellos profesionales que tienen el acceso directo y constante con las personas que conducen o van a conducir vehículos a motor o con aquellos otros usuarios que, en distintas fases de la vida, pueden generar o sufrir riesgos en el tráfico rodado. Y paradójicamente, los que viven cotidianamente este contacto y saben mejor que nadie los grandes secretos de los comportamientos de esas personas, no son tanto psicólogos de gabinete, pedagogos de aula o sociólogos de Universidad, sino quienes están más cerca, a su lado en su ejercicio o aprendizaje y quizás con el tiempo, en su reciclaje: los profesores de formación vial. Y éstos profesionales, que son clave en las estrategias preventivas, no acaban de encontrar el camino para dejar oir su voz, su opinión, sus propuestas.... todo queda diluido en sus intentos de advertir que están ahí y que tienen muchas cosas que decir para bajar las cifras de los accidentes de tráfico.
Carme Huguet es una profesora de formación vial que se dedica con pasión a recordar a sus colegas no solo la importancia de su función social sino a reclamar un esfuerzo de especialización cualificada. A través de las redes sociales y de acuerdo con otros 4 profesores de formación vial crearon una Asociación, Provial, cuyo activo es el ideal de unir al máximo de compañeros de oficio para conseguir un reconocimiento de su rol en los planes de seguridad vial, una recuperación de su prestigio (bastante deteriorado por algunas autoescuelas miopes por falta de visión social y mercantilizadas en exceso), una inusual perseverancia en hacerse oir y un convencimiento en que tarde o temprano se imponen las razones. Nombrada y reelegida Presidenta, Carme ya se ha dado cuenta de que es muy difícil que las normativas le ayuden a alcanzar sus objetivos y por ello ha elegido el camino de crear una plataforma fuerte al lado de otros profesionales más consolidados u organizados estructuralmente. Es mucho mejor el camino con buena compañía que entienda y valore la importancia de un colectivo de profesores de formación vial bien situados y socialmente reconocidos. Los Ingenieros Industriales que fueron en su día los examinadores para la obtención del permiso de conducir, lo han entendido perfectamente porque, con matices, el lenguaje es el mismo y las tareas relacionadas con el factor humano de la seguridad vial, complementan los déficits de los técnicos, mucho más expertos en aspectos organizativos y de mejoras de vía y vehículo. Carme Huguet tiene ahora el reto de movilizar a sus compañeros, convencerles que juntos y bien acompañados en mucho mejor para ocupar su profesión el lugar que merece en los planes de seguridad vial, donde deben estar contemplados, reconocidos y escuchados.
Ella sin embargo, sabe que hay una palabra clave en todo el proyecto : la CALIDAD y un código profesional sin el que es imposible avanzar: el DEONTOLÓGICO.
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