Seamos sinceros, esa es la pregunta políticamente correcta. En realidad, lo que todos nos preguntamos es por qué los británicos conducen del otro lado de la carretera. Ellos, sin embargo, se hacen otra pregunta: ¿por qué todo el mundo dejó de circular por la izquierda?
Circular por la izquierda es un hábito que se remonta a cientos de años en la historia de la humanidad, posiblemente a épocas tan lejanas como el Egipto de los faraones o la Grecia Antigua. En todo caso, se remonta a una época en la que era habitual que la gente llevase algún tipo de espada o arma blanca colgando del lado izquierdo.
Así, como entre el 85 y el 90 % de los humanos son diestros, circular por la izquierda del camino parecía algo sensato. Nunca sabías con quién te ibas a encontrar y aún menos conocías sus intenciones, por lo que era mejor que esa persona pasase por tu derecha, así podías echar mano de la espada -que llevabas a la izquierda- en caso de necesidad para protegerte.
Esa costumbre se convirtió incluso en una obligación cuando en el año 1300 el Papa Bonifacio VIII ordenó que los peregrinos que viajaban hacia Roma, lo hicieran por la izquierda. En 1756, se reguló por primera vez la circulación en el London Bridge. Obviamente, la circulación se haría por la mano izquierda. En 1773, el General Highway Act recomendaba que los caballeros, conductores de carruaje y los campesinos que llevaran sus productos al mercado de las ciudades circularan por la izquierda. En 1835, el Highway Act hizo obligatorio en todo el imperio británico circular por la izquierda.
El Conestoga wagon en Estados Unidos y la Revolución francesa lo cambian todo
Sin embargo, en el Siglo XVIII, en algunas regiones del mundo se empezó a circular por la derecha. Primero fue en los jóvenes Estados Unidos. Los primeros carruajes de transporte autóctonos, los Conestoga wagon, se empezaron a fabricar en el Condado de Lancaster, Pennsylvania. Era habitual que los carruajes fueran tirados por cuatro o seis caballos y el conductor solía cabalgar el caballo izquierdo más cercano al carruaje. ¿Por qué? Porque de ese modo podía manejar con más facilidad el látigo con la mano derecha. Los caminos eran estrechos y si no querían chocar, lo mejor era que el carruaje que venía de frente pasase por la izquierda, donde el conductor podía controlar que ambos vehículos no se tocasen. Es decir, circulaban por la derecha. Así, en 1792, el estado de Pennsylvania promulgó una ley que obligaba a circular por la derecha. Otros estados y provincias canadienses siguieron ese ejemplo.
Mientras tanto en Europa, Francia se vio inmersa en su Revolución. En el país galo, como en todo el continente, la costumbre era la de circular por la izquierda, pero como los revolucionarios decidieron cambiarlo todo (hasta el calendario y el nombre de los meses cambiaron), también decidieron que se circularía por la derecha. Y es que ir por la izquierda era muy Antiguo Régimen. Cuando Napoleón accedió al poder y sus ejércitos empezaron a invadir media Europa, ordenó a sus tropas quedarse a la derecha. Impuso esa norma en los países invadidos, entre ellos España, y cuando se retiraron la costumbre se mantuvo en muchos de ellos. Mientras, los británicos seguían circulando por la izquierda. A lo largo de esos años, las costumbres de cada una de esas potencias se llevaron a los territorios coloniales, como India, Australia o Nueva Zelanda, para los británicos, o África del norte y central para los franceses.
El Ford Model T: hacia la imposición del volante a la derecha
A principios del Siglo XX, con la invención del automóvil, no había norma que obligase a una determinada configuración del coche. Había de todo: acelerador en el centro y freno a la derecha, volantes a la derecha y a la izquierda en el seno de una misma marca. Sin embargo, Henry Ford empezó a fabricar el Model T en serie e inundó Estados Unidos con su coche negro. Ford empezó a exportar y fabricar en otros países el Modelo T y los modelos que le sucedieron. Y claro, en su óptica de racionalización de la producción, sus coches llevaban el volante a la izquierda para circular por la derecha, como era la norma en Estados Unidos y Canadá. Así, poco a poco se fue imponiendo en la industria y en los primeros códigos de circulación el coche con volante a la izquierda para circular por la derecha en muchos países europeos. Algunos, como el Reino Unido, pero también Holanda o los países escandinavos seguían circulando por la izquierda.
En la actualidad, el último país del continente europeo en pasarse a la circulación por la derecha fue Suecia, lo hizo en 1967. En la actualidad, prácticamente sólo en las antiguas colonias británicas (o territorios fuertemente influenciados por el imperio británico) se circula por la izquierda. La excepción a la regla es Japón. En el país del sol naciente, siempre se circuló por la izquierda, por tradición y un poco porque los ingenieros británicos que construyeron su ferrocarril lo hicieron pensando en la circulación por la izquierda. Otro dato curioso, tras la Segunda Guerra Mundial, la Jefatura de Okinawa pasó a ser gobernada por los Estados Unidos que impusieron la circulación por la derecha. Hasta que, en 1978, devolvieron Okinawa a Japón y se volvió a circular por la izquierda, como en el resto del país.
¿Es más seguro circular por la izquierda?
Los defensores de la circulación por la izquierda mantienen que es más seguro. Como la mayoría de la humanidad es diestra, conduciendo un coche con volante a la derecha hace que nuestra mano directora, la derecha, nunca suelte el volante, pues se cambia de marcha con la izquierda. Aunque como el cambio automático está cada vez más extendido, este argumento es muy relativo.
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