Por parte de la Dirección General de Tráfico se ha reconocido la existencia de 1.500 tramos de carreteras secundarias especialmente peligrosos, así como que el 80% de las víctimas mortales del 2014 se produjeron en este tipo de vías, lo que implica un reconocimiento implícito de la responsabilidad de las Administraciones titulares de las vías en cuestión.
Parece lógico pensar que si un tramo es considerado peligroso en base al número y gravedad de los accidentes que se producen en el mismo, es porque hay algo en el diseño, en la conservación o en definitiva, en la infraestructura, que no está funcionando en base a los criterios de seguridad exigibles.
En cualquier caso, lo mínimo que debería hacer la DGT es investigar las causas que están originando que ese tramo en cuestión tenga tan alta concentración de accidentes graves. Sin embargo, la solución “investigación” queda excluida y sustituida por más de lo mismo...
…Más radares
La medida inmediata de seguridad que ha publicado la DGT consiste en la intensificación de la vigilancia de la velocidad mediante la instalación de radares en dichos tramos.
Partiendo del hecho de que el objetivo número uno debe ser la reducción a corto plazo del número de víctimas por accidente de tráfico, entendemos razonable que la DGT planifique su actividad en reducir la peligrosidad de estos tramos, si bien, resulta indignante que se centre única y exclusivamente en la velocidad (responsable usuario), excluyendo la mejora de la seguridad de la carretera (responsable Administración de obras públicas).
Y cuidado, no estamos criticando el que se controle la velocidad en tramos donde es necesario hacerlo, al contrario, consideramos acertada que la política de controles de velocidad se centre precisamente donde hace falta y más como se está haciendo ahora, señalizando con antelación la ubicación de los radares para conseguir el efecto deseado, es decir, circular a la velocidad adecuada durante el tramo peligroso para evitar el accidente.
La impunidad de los responsables la pagan las víctimas
Sin embargo sí criticamos la impunidad de los responsables públicos en que se sigue sosteniendo el sistema, impunidad que origina el que las carreteras se estén deteriorando progresivamente, sean más inseguras cada día que pasa y nos encontremos ante la barbaridad de padecer nada menos que 1.500 tramos especialmente peligrosos solo en carreteras secundarias, es decir sin contar la red principal de autopistas y autovías ni los tramos urbanos.
La DGT es de todos, por favor ¡hagan cumplir la Ley!
Desde la Asociación Mutua Motera, exigimo que la DGT haga valer su autoridad para garantizar que todos los sujetos que intervenimos en la seguridad del tráfico cumplamos la ley, y debemos recordar que dentro de estos sujetos, además de los ciudadanos, también están las Administraciones y las empresas de construcción y conservación de las carreteras.
ENLACE: www.mutuamotera.org
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