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Obligatoria y Presencial,
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Santiago Núñez, comisario Jefe de Tráfico de Gipuzkoa, reconoce el mal comienzo del año en materia de seguridad vial, con nueve personas fallecidas.
Santiago Núñez, comisario Jefe de la Unidad de Tráfico de la Ertzaintza en Gipuzkoa, no oculta su preocupación por el trágico comienzo del año en las carreteras del territorio. Desde que arrancó 2015, once personas han perdido la vida en siniestros. No obstante, dos de ellas no serán computadas como víctimas de tráfico, ya que las autopsias determinaron que los fallecimientos se produjeron por causas naturales, en los instantes previos a sufrir el accidente. Ñúñez revela que, pese al aumento de fallecidos, el número de siniestros en el primer trimestre bajó un 10%.
-¿Qué valoración hace del arranque del año, con nueve fallecidos?
- Como no puede ser de otra forma es negativa y hasta cierto punto de sorpresa, ya que no estaba en nuestras previsiones un inicio como el que estamos teniendo. No obstante, si se analizan los datos de accidentalidad de Gipuzkoa del primer trimestre se observa un descenso del 10% en el total de siniestros respecto al ejercicio anterior. Al mismo tiempo, el total de accidentes con víctimas fue también inferior en un 10,5%. Además, hubo un 38% menos de heridos graves y un descenso del 15% en los leves. Y sin embargo, el capítulo de víctimas mortales subió un 700%, al pasar de 1 en 2014 a 8 este año.
-¿Entonces, qué ha sucedido?
- Lo anterior determina que en estos momentos y en el ámbito de la seguridad vial surja la siguiente reflexión: O estamos ante un cambio de ciclo que introduce una solución de continuidad al largo periodo de evolución a la baja que hemos tenido en los datos relacionados con la accidentalidad y más en concreto con la cifra de personas fallecidas, o nos hallamos ante un hecho circunstancial que tiene su ámbito temporal y que con el tiempo tenderá a normalizarse.
-¿ Y usted qué opina?
- Personalmente considero que en materia de seguridad vial no se pueden extraer conclusiones fiables en base a periodos tan cortos, y que han de ser analizados lapsos de tiempo más amplios para llegar a conclusiones fiables. En todo caso, lo anterior no es óbice para que se reflexione respecto a la necesidad u oportunidad de introducir nuevas modificaciones en materia de seguridad vial que permitan contrarrestar la lógica pérdida de eficacia de ciertas medidas que en su momento fueron determinantes, como el carnet por puntos, la modificación del Código Penal en este ámbito y otras.
-¿Existe alguna circunstancia común en los accidentes mortales registrados este año?
- Si se analizan las circunstancias asociadas al tipo de accidente, vía, día, horario, etcétera no se aprecia nexo que los relacione y que nos pueda facilitar una explicación. Sin embargo, si se examinan desde la perspectiva de factores intervinientes en la materialización del accidente o de las lesiones, así como de personas implicadas, se aprecia que los denominados 'tres asesinos' - velocidad, alcohol-drogas y cinturón de seguridad- unido a las distracciones, han estado presentes en un porcentaje considerable de los mismos como factor determinante. Los llamados colectivos vulnerables -peatón-motorista-, también han estado presentes de forma notable. Esto nos aporta información muy válida de hacia dónde tenemos que orientar y priorizar nuestros esfuerzos en materia preventiva.
- Las doce personas fallecidas el pasado año ¿es una cifra asumible o cree que hay todavía margen de mejora?
- Partiendo de la base de que todo fallecido en accidente de tráfico es un drama desde el punto de vista de humano y hasta cierto punto un fracaso en el aspecto profesional, y tomando como referencia uno de los enfoques del concepto 'visión cero en materia de seguridad vial, que considera inaceptable que haya fallecidos por accidentes de tráfico, no podemos dar como válida dicha cifra. Por ello, hay que seguir trabajando conjuntamente con el resto de administraciones competentes en la materia para tratar de lograr rebajar esa cifra. Pero una vez manifestado lo anterior, también me gustaría matizar que si se analizan dichos datos desde una perspectiva más objetiva y fría, y se toma como referencia la UE, el objetivo establecido para todo el espacio europeo de seguridad vial es lograr una tasa de 33 fallecidos por millón de habitantes. Este reto ha sido incorporado también al Plan de Seguridad Vial de Euskadi. En el caso de Gipuzkoa, con 700.000 habitantes, la cifra de fallecidos el pasado año nos sitúa muy por debajo del objetivo europeo.
- Dos de las víctimas perdieron la vida en la variante de Eibar. ¿Le preocupa la siniestralidad que registra este vial?
- Por supuesto que nos preocupa la siniestralidad de este vial, como nos preocupa la del resto de vías. En este aspecto no hay jerarquía en función de la vía que determine mayor o menor preocupación. La prioridad la establecen los análisis de los datos de accidentalidad del conjunto de vías de Gipuzkoa que periódicamente realizamos.
- ¿Qué sucedió aquella trágica mañana?
- La visión que tiene la Ertzaintza respecto a lo que sucedió y cómo acontecieron los hechos está fielmente recogido en las diligencias que se realizaron por parte del instructor del atestado y que se remitieron al juzgado. No obstante, por respeto al ámbito judicial y a los propios familiares de las víctimas, lo aconsejable es que no me pronuncie al respecto.
- ¿Conoce si se va adoptar alguna medida en relación con este tramo?
- Por parte de la Ertzaintza y con carácter inmediato, ya se trasladó un informe al titular de la vía, la Diputación. Se le aportaron los máximos datos posibles respecto a la accidentalidad del tramo que le pudieran servir de referencia para realizar una evaluación de la situación y adoptar las medidas que considerase oportunas. Me consta que ya están analizando el tema y no me cabe la menor duda de que por parte del Departamento de Infraestructuras Viarias se van a adoptar e implementar todas las medidas posibles que permitan anular o en su caso minimizar los datos de accidentalidad que presenta el tramo. Es un tema que, como otros, es abordado en las reuniones periódicas que al efecto mantenemos conjuntamente con técnicos de la Dirección de Tráfico y del departamento foral, de cara a coordinar las actuaciones de las distintas administraciones.
- ¿Qué otros tramos de la red viaria de Gipuzkoa le preocupan por su siniestralidad?
- Nos preocupan todas aquellas vías y tramos que en los análisis periódicos que realizamos presentan una evolución al alza o son superiores a la media, que en el caso concreto de la red viaria de Gipuzkoa coinciden con las que soportan mayores intensidades de tráfico, al ejercer de ejes vertebradores de la movilidad entre el Estado y resto de Europa, ya sea en movimiento de personas o mercancías
- ¿Cuáles son?
- Determinados tramos de la autopista AP-8, ya que es una vía que en la mayor parte mantiene el trazado original que es de la década de los años setenta, y que convive actualmente con intensidades y circunstancias del tráfico propias del año 2015, lo que exige que haya que mantener una especial atención en el mantenimiento y supervisión de la misma. Están también determinados tramos de la N-1, que sigue siendo el eje de referencia para el tránsito de mercancías entre Europa-Estado y que por ello soporta un tráfico muy intenso de vehículos pesados, que en algunos puntos supera el 20%. Son vías y tramos que están detectados en los análisis de accidentalidad que se realizan periódicamente, y que se analizan conjuntamente con los técnicos de la Dirección de Tráfico del Gobierno Vasco y la Dirección de Infraestructuras de la Diputación, de cara a poner en funcionamiento medidas que posibiliten una reducción de la siniestralidad en las mismas.
- ¿Se conformaría con alguna cifra?
- Si analizamos los datos de fallecidos de los últimos cinco años (20-20-14-20-10), observamos que la cifra en torno a las veinte víctimas es la que podríamos calificar como la del nivel de resistencia que nos está costando consolidar, con reducciones puntuales que tienden a recuperarse. Por lo tanto, esta cifra es la que considero que está marcando la línea a partir de la cual hay que marcarse el objetivo de reducción para los próximos años. En todo caso, la clave está en seguir trabajando con la estrategia adecuada y profundizando en la colaboración con el resto de organismos implicados en la materia, con el objetivo de seguir reduciendo los fallecidos en carretera.
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