Ya tenemos nuevos profesores de “Formación Vial“, con muchas ilusiones y satisfacciones recibidas en los recientes cursos para la obtención del deseado CERTIFICADO que les habilita para “enseñar a conducir” a los aspirantes a nuevos conductores. Reciban la más sinceraenhorabuena, además de una inmejorable acogida y bienvenida a este Sector en este momento en “crisis“, pero más que en economía, en “valores” y “comportamientos” de algunos “dirigentes” que rigen y dirigen de forma absurda y alocada los centros de esta digna y preciada profesión, convirtiéndola en un mercadeo abominable de las diversas formas para ” sacar el Permiso de Conducir”( teórica gratis,curso en 24 horas express congarantía de aprobado, te la…. y otras cosas más, que por pudor omito) en vez de la más loable y beneficiosa de ejercitar el “Aprendizaje” para conseguir “conductores de automóviles sociables y seguros” para que conduzcan con confianza y certeza por nuestras vías públicas. Las ofertas de mercado, son de lo más ocurrentes,singulares y vergonzosasque al verlas una persona de bien le tienen que producir sonrojo infinito por depravadas, insólitas y degradantes. ¿A dónde vamos? ¿Dónde queda la profesionalidad? ¿Dónde queda nuestro prestigio ante la Sociedad? ¿A dónde miran nuestras Autoridades?…..¡¡Verdaderamente da pena!!
En el preámbulo de uno de los Reglamentos de la Escuelas Particulares de Conductores, apuntaba el legislador de forma optimista la pretensión que dichos centros, a costa de la intervención administrativa, crecieran en su libertad de actuación “centrando su actuación en el factor humano“… a fin de mejorar su formación, estimulando su responsabilidad…Esta hipótesis se aleja en estos momentos de la realidad, la cual muestra que estamos muy alejados de aquella pretensión legal. Desvarío y limitaciones profesionales, escasez de deseos o interés en el orden de conseguir imaginativas progresiones hacia la verdadera enseñanza intensa y profunda han puesto un límite a buen número de estos centros que se han convertido en verdaderos “chiringuitos mercantiles” que se aferran a vivir con la nostalgiade tiempos anteriores, convirtiéndose en estos momentos en los “depredadores” y“embadurnadores” de esta digna profesión, que, salvando, muy limitadas y decorosas excepciones les falta la “enseñanza de calidad” en la formación de los conductores. Todo se ha convertido en una enseñanza, si así se le puede llamar, con derroteros abominables y tóxicos; todos dirigidos a que los alumnos memorizen los test de Tráfico o editoriales deinspiración divina en el menos tiempo posible (comercio escandaloso y degradante). A la Administración, según parece, solo le importa o interesa que se cumpla el trámite administrativo de la supuesta, irreal y vulnerable evaluación de actitudes y habilidades del conductor. Este es un corsé administrativo por el que muchos centros de formación limitan su actividad a la preparación “más rápida” que atienda el indeseable imperativo de su clientelapor la demanda de examen que sea “lo más acelerado posible“, con el solo fin de limitar el gasto al mínimo posible, al margen de que se cumpla un programa formativo capaz de llevar al aspirante a un uso eficaz, sociable y seguro de su automóvil para transitar por las vías públicas, incluso desde el punto de vista del signo moral que comporta. Por estos derroteros parece que debería ofertarse una “docencia de rigor”, selectiva, que seguramente traería consigo, el buen rumbo económico del centro y el prestigio ansiado en esta profesión. Sin duda, no se puede ocultar que algunos de los argumentos de estos centros de conductores, cuando tratan de justificar sus actuaciones,que tienen sentido, como cuando se disculpan que sus planes de trabajo se ciñen únicamente a cumplir con las evaluaciones exigidas por la Dirección General de Tráfico al presentar a sus alumnos.
En otro momento hablaremos sobre esta “evaluación” que supone la panacea de estaformación-educación para muchos; que tanto deteriora este “aprendizaje” que desearíamos que fuera mejorable para corregir estos crecientes y no deseables delirios o disparates.
No olvidemos, que con el tiempo : LA TEORÍA ES FINIQUITADA CON LA EXPERIENCIA
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