La única forma de resolver nuestros problemas y superar la “crisis” es seguir adelante con ilusión, buscar o encontrar unos nuevos conceptos de funcionar o trabajar de un modo nuevo. Todo cambio que no cambie la mente, no supone un cambio.Si no cambia nuestra forma de pensar y realizar nuestras tareas, no es un cambio. No se pueden incorporar ideas nuevas si no eliminamos de la mente las viejas u obsoletas.
Es necesario e importante comprometerse con el cambio, no encadenarse a un pasado de difícil retorno. El primer cambio se hace difícil; el segundo es mucho más sencillo. Hacer“remiendos” es una tarea inútil y errónea, no cambia la situación.
Todos los despropósitos que se han generado con esta alocada crisis:… cursos express, destrucción del aula, competencias desleales, ideas ingeniosas deslumbrantes, inspiraciones divinas,…se pueden comparar al efecto de una ficha de dominó que cae y empuja a las que están detrás, también al fenómeno de una bola de nieve que se arroja desde la cima de una montaña y crece formando una avalancha en su caída. Así estamos nosotros camino del precipicio de la desesperación y de la pobreza por simpatía.
Si navegamos en una embarcación y maniobramos de tal modo que cambiamos el rumbo en cinco grados a babor o cinco grados a estribor, veremos que en poco tiempo apenas se percibe el cambio pero según corre el tiempo se notará la deriva en la ruta trazada en un principio. El cambio se vio multiplicado.
Tener el talento de cambiar es tener un espíritu con capacidad de aprender, supone admitir el ser humilde. La “humildad”es un concepto que, generalmente, pocos entienden o asimilan, se aferran a la soberbia y prepotencia de tiempos ya pasados..
En estos momentos que estamos sumidos en la “pobreza económica” por la carencia de alumnos y los sistemas novedosos de los más inteligentes, al no tener dinero se nos encuadra en el “estatus social” de “personas humildes”, cuando antes estábamos en la situación de personas ampulosas, extravagantes y soberbias, que aún algunos no han olvidado y se resisten abandonar.
La palabra “humildad” tiene su origen en la latina de “humus” (tierra) y supone la capacidad de aprender , y no alardear como lo hace el “prepotente” (mi escribano de Godella). La“Humildad” debe tenerse con o sin dinero, con o sin profesión, porque se supone es unaactitud interna. Cuando ésta es sana estamos preparados para desarrollarnos fuera del círculo de la contaminación o toxicidad de la soberbia y la avaricia, sabemos que cambios realizar y qué caminos desechar o dejar atrás y no volver a tomar.
Sin duda, saber es poder. ¿Por qué? Porque cuando una persona tiene riqueza de conocimientos, tiene más capacidad de ejercer el poder. Dice la Biblia que: – antes del quebrantamiento es la soberbia-. El orgullo anticipa grandes desastres y maldades. El“orgulloso” y “soberbio” siempre cree que no tiene nada que aprender. De éstos hay muchos en nuestra profesión. Decía Séneca: El hombre más poderoso es el que es dueño de si mismo.
Muchos de nuestros compañeros, en estos momentos, no comprenden que: “migajas” para hoy son “hambre” para mañana. Y que:.. del escuchar procede la sabiduría, y del hablar o criticar el “arrepentimiento”.
Decía Mahatma Gandhi : si quieres cambiar al mundo, cámbiate a ti mismo. Palabras sabias a tener en cuenta para hacer una reflexión profunda para acercarnos a la “humildad”y erradicar la “soberbia”.
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