Empezamos hablando sobre Educación Vial, como no podía ser de otra manera, coincidiendo con el Día Internacional del Libro Infantil que se celebró ayer y con ésta frase que acabo de leer por el Twitter de Neil Gaiman, uno de sus promotores y que guarda relación con el tema de hoy: La clave no es aprender de los niños, sino no olvidar que lo fuimos, para explicar, más adelante, que podemos enseñar a los que nos siguen, a esos locos bajitos, como decía el humorista Miguel Gila, porque desde que aprenden a caminar tienen que ir con cuidado y eso lo sabemos, sobre todo, los que somos padres.
Pero, volviendo al asunto y después de escuchar la canción interpretada por Joan Manuel Serrat sobre esos locos bajitos…, a modo de reflexión, ¿fuimos nosotros, los padres, educados en educación vial? o, mejor dicho, ¿Era, por entonces, la educación vial en los colegios como el valor en el ejército? Porque si nos remitimos a fechas históricas, el Código de la Circulación (del año 1934) ya hablaba sobre la obligatoriedad de impartir enseñanzas sobre normas de circulación y consejos de prudencia por los centros escolares. Pero, entonces…, ¿dónde estamos? ¡Ya! Se supone, que hablamos de educación vial…
Educación Vial para los más pequeños
El profesorado de todas las escuelas y colegios, tanto oficiales como particulares, está obligado a enseñar a sus alumnos la reglas generales de la circulación y la conveniencia de su perfecta observancia, advirtiéndoles de los grandes peligros a que se exponen al jugar en las calzadas de las vías públicas, salir atropelladamente de los centros docentes, subir a la parte posterior de los vehículos y topes de los tranvías, etc. El Ministerio de Instrucción Pública dictará las oportunas disposiciones que aseguren la conveniente vigilancia del cumplimiento de este precepto
(Artículo 7 del Código de la Circulación que se derogó el 8 de diciembre de 2009 con la entrada del actual Reglamento General de Conductores)
La educación vial es el conjunto de conocimientos, principios, actitudes y valores que nos facilitan y nos permiten actuar y compartir responsablemente las vías públicas y todos aquellos actos relacionados con el tráfico rodado como peatones, conductores o pasajeros. Por lo tanto, la educación vial orientada a la enseñanza como punto de partida, ya sea como padres, hijos, profesores y alumnos, debemos ser conscientes de ello y adoptar comportamientos, aplicando y respetando la normativa dentro de nuestro entorno vial y que nos ayuden dichas conductas a usarlas de una forma segura, cómoda y fluida.
En resumidas cuentas, creemos que no sería difícil si todos ponemos de nuestra parte porque, entre otras cuestiones, no debemos olvidar que somos ejemplo para otras personas, especialmente niños, jóvenes, adolescentes, mayores, discapacitados y, también, porque es nuestra obligación ciudadana dar ejemplo. Dicho de otro modo, conociendo el escenario por el cual nos movemos, teniendo en cuenta esos principios del comportamiento vial, que recordamos hace tiempo sobre, confianza, previsión, seguridad, responsabilidad…, ycumpliendo las normas que regulan la circulación, aportamos una cultura vial tan necesaria como resulta ser la propia movilidad de las personas en su entorno social.
Tengo una pregunta para usted
Si realmente nos implicamos todos puede que consigamos aumentar esa cultura vial que comentábamos antes. No nos cabe la menor duda de que aplicando la educación vial desde la infancia se conseguirá cumplir con uno de los grandes objetivos de laprevención y seguridad vial: la disminución de siniestros en nuestras calles y carreteras pero, también, estamos seguros de que hay más opiniones al respecto sobre cómo mejorar la movilidad de las personas como peatones, conductores y usuarios de la red vial.
No obstante, nos gustaría centrarnos en la conexión existente entre educación y formación vial, es decir, desde que el niño tiene uso de razón hasta que obtiene su primer permiso para conducir un vehículo, dentro del sistema de aprendizaje y formación actual: peatón y conductor, enseñanza pública y privada, Ministerio de Educación y Ministerio del Interior, maestro o profesor de la enseñanza obligatoria y profesor de formación vial, colegio e instituto y escuela particular de conductores, título de la ESO y autorización para conducir, etcétera…, para conocer a pie de calle lo que se está cociendo en todo este entramado que se llama aprendizaje del conocimiento y comportamiento vial.
De ahí, que con una serie de preguntas como, por ejemplo: ¿Qué opinión tiene sobre la Educación Vial de nuestro país?, ¿qué mejoraría sobre su regulación en el entorno escolar?, ¿cree que debería existir una asignatura específica sobre Educación Vial?, etcétera…, ydirigida a todos los afectados sobre la educación y seguridad vial como, por ejemplo: Educadores extraexcolares, maestros y profesores de la enseñanza pública, responsables y examinadores de la DGT, Agentes de la policía de tráfico, representantes de empresarios y trabajadores de escuelas particulares de conductores, representantes de asociaciones de padres y madres de alumnos, representantes de asociaciones de víctimas de accidentes de tráfico, etcétera…., conociendo su opinión e implicación sobre este tema, conseguiremos mejorar, si cabe, la educación escolar en el ámbito de la Educación Vial.
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