presionado por ciertas fábricas de motocicletas,
buscando el incremento de ventas y el no abandono del país,
ya nos opusimos los Profesores de Formación Vial en su día,
y el tiempo nos ha dado la razón, como siempre.
Lo grave es el pago que supone esta pérdida de tiempo.
¿Por qué no se opusieron entonces los Examinadores?
Los motoristas coinciden en la necesidad de cursos de formación que el Gobierno rechazó.
Fue la nota negativa de la pasada Semana Santa. Un total de 33 personas fallecieron en las carreteras españolas durante el puente, de las cuales doce eran motoristas, lo que supone un porcentaje mucho mayor que el registrado años anteriores.
Este balance, más allá de ser un toque de atención a la seguridad vial en el país, ha servido para reabrir un debate sobre el colectivo motorista. En concreto, se cuestiona la fórmula por la cual un conductor con tres años de experiencia de carné B puede llevar motos de hasta 125 cc de cilindrada.
Hace solo unos meses, el tema se abordó en el XXI Fórum de Barcelona de seguridad vial, donde el teniente de alcalde de Movilidad de la ciudad condal, Joaquin Forn, solicitó a la DGT que revise esta normativa.
El motivo no es otro que el elevado número de motociclistas sin formación específica para las dos ruedas que están siendo víctimas de accidentes en los últimos años. En concreto, Barcelona había registrado entonces 15 fallecidos por accidente de moto, de los que un45% eran conductores que han obtenido el permiso a través del carnet B.
En Zaragoza, por ejemplo, solo en 2012 se produjeron 366 siniestros de motocicletas y 191 de ciclomotores, que se saldaron con 205 heridos y cinco fallecidos, más de la mitad de todas las muertes por accidentes registradas en la capital aragonesa.
Ahora, y ante los malos registros de esta Semana Santa, ha sido el colectivo de examinadores de Tráfico el que ha alzado la voz. Su asociación (Asextra) ha remitido un comunicado en el que califican la actual normativa como un “inmenso error”.
“La evaluación forma parte de la formación y sin formación no debería acceder nadie a las vías públicas con un vehículo, del tipo que sea”, critican. A su juicio, se permite circular a estos motoristas “sin que se acredite que sepan pilotar una moto, incluso que ni siquiera se hayan montado en una alguna vez”.
Una visión compartida con las autoescuelas. El presidente de la asociación provincial de Zaragoza (APAZ), Carlos Bricio, ya se posicionó al respecto al señalar que “no tiene sentido que haya personas sin ningún equilibrio sobre la moto y que puedan conducirla legalmente”.
Por su parte, la DGT mantiene la cautela al respecto, aunque la directora, María Seguí, confirmó en el citado encuentro sobre seguridad vial de Barcelona que Tráfico evaluará los riesgos de las personas que adquieren el permiso para conducir motos a través del carné B, para saber cuánta mortalidad "está ligada a la impericia de ese conductor, por su falta de formación".
Seguí señaló que están estudiando los datos y que en cuanto tengan un informe lo "comunicarán", pero que de momento la DGT no tiene posición al respecto y va a mantener la legislación en vigor. "Se trata de evaluar en qué medida la decisión ha tenido un impacto positivo o negativo para la población, y, de ser negativo, imponer las medidas correctoras necesarias", concluyó.
Además, el responsable de Seguridad Vial de este organismo, Juan Carlos Toribio, recuerda que en las reuniones del grupo de trabajo denominado GT-52, creado en 2007 para analizar la accidentalidad de los motoristas, ya plantearon soluciones a este escenario.
“Propusimos introducir programas específicos para motos en la formación de los conductores de coche, o cursos complementarios de formación, como ya se está haciendo con algunos remolques”, señala. Sin embargo, recibieron una respuesta negativa por parte del Gobierno. En este sentido, Toribio lo tiene claro: “Si mi madre coge ahora una moto, por mucho que tenga el carnet de coche, se estampa al momento”, ejemplifica, y destaca que en muchos aspectos laconducción de un coche y una moto no solo es distinta, "a veces es opuesta".
Desde la AMM reconocen que se ha incrementado el número de accidentes donde se ven involucrados conductores de motos de 125cc, sobre todo en ciudad. “Algunos ayuntamientos como Barcelona, Valencia o Zaragoza ya advirtieron de este repunte”, asegura. Por ello, propone llevar a cabo estudios de investigación en profundidad para saber hasta qué punto afecta esa falta de formación específica.
Este balance, más allá de ser un toque de atención a la seguridad vial en el país, ha servido para reabrir un debate sobre el colectivo motorista. En concreto, se cuestiona la fórmula por la cual un conductor con tres años de experiencia de carné B puede llevar motos de hasta 125 cc de cilindrada.
Hace solo unos meses, el tema se abordó en el XXI Fórum de Barcelona de seguridad vial, donde el teniente de alcalde de Movilidad de la ciudad condal, Joaquin Forn, solicitó a la DGT que revise esta normativa.
El motivo no es otro que el elevado número de motociclistas sin formación específica para las dos ruedas que están siendo víctimas de accidentes en los últimos años. En concreto, Barcelona había registrado entonces 15 fallecidos por accidente de moto, de los que un45% eran conductores que han obtenido el permiso a través del carnet B.
En Zaragoza, por ejemplo, solo en 2012 se produjeron 366 siniestros de motocicletas y 191 de ciclomotores, que se saldaron con 205 heridos y cinco fallecidos, más de la mitad de todas las muertes por accidentes registradas en la capital aragonesa.
Ahora, y ante los malos registros de esta Semana Santa, ha sido el colectivo de examinadores de Tráfico el que ha alzado la voz. Su asociación (Asextra) ha remitido un comunicado en el que califican la actual normativa como un “inmenso error”.
“La evaluación forma parte de la formación y sin formación no debería acceder nadie a las vías públicas con un vehículo, del tipo que sea”, critican. A su juicio, se permite circular a estos motoristas “sin que se acredite que sepan pilotar una moto, incluso que ni siquiera se hayan montado en una alguna vez”.
Una visión compartida con las autoescuelas. El presidente de la asociación provincial de Zaragoza (APAZ), Carlos Bricio, ya se posicionó al respecto al señalar que “no tiene sentido que haya personas sin ningún equilibrio sobre la moto y que puedan conducirla legalmente”.
Por su parte, la DGT mantiene la cautela al respecto, aunque la directora, María Seguí, confirmó en el citado encuentro sobre seguridad vial de Barcelona que Tráfico evaluará los riesgos de las personas que adquieren el permiso para conducir motos a través del carné B, para saber cuánta mortalidad "está ligada a la impericia de ese conductor, por su falta de formación".
Seguí señaló que están estudiando los datos y que en cuanto tengan un informe lo "comunicarán", pero que de momento la DGT no tiene posición al respecto y va a mantener la legislación en vigor. "Se trata de evaluar en qué medida la decisión ha tenido un impacto positivo o negativo para la población, y, de ser negativo, imponer las medidas correctoras necesarias", concluyó.
Los motoristas piden cursos de formación
Mientras, los principales afectados, los motoristas, critican el “oportunismo” de sacar ahora el debate, con las muertes de la Semana Santa todavía recientes. “Son accidentes de carretera, seguramente la mayoría con motos de mayor cilindrada”, explica el presidente de la Asociación Mutua Motera (AMM), Juan Manuel Reyes.Además, el responsable de Seguridad Vial de este organismo, Juan Carlos Toribio, recuerda que en las reuniones del grupo de trabajo denominado GT-52, creado en 2007 para analizar la accidentalidad de los motoristas, ya plantearon soluciones a este escenario.
“Propusimos introducir programas específicos para motos en la formación de los conductores de coche, o cursos complementarios de formación, como ya se está haciendo con algunos remolques”, señala. Sin embargo, recibieron una respuesta negativa por parte del Gobierno. En este sentido, Toribio lo tiene claro: “Si mi madre coge ahora una moto, por mucho que tenga el carnet de coche, se estampa al momento”, ejemplifica, y destaca que en muchos aspectos laconducción de un coche y una moto no solo es distinta, "a veces es opuesta".
Desde la AMM reconocen que se ha incrementado el número de accidentes donde se ven involucrados conductores de motos de 125cc, sobre todo en ciudad. “Algunos ayuntamientos como Barcelona, Valencia o Zaragoza ya advirtieron de este repunte”, asegura. Por ello, propone llevar a cabo estudios de investigación en profundidad para saber hasta qué punto afecta esa falta de formación específica.
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