sábado, 4 de abril de 2015

COMPORTAMIENTOS EN LAS VÍAS PÚBLICAS. Por clubautoescuela.com

En estos tiempos en que vivimos en una sociedad agitada y de mucho movimiento, no existe una categoría de “usuario de la vía” definido. Cada uno de nosotros la utilizamos en alguna ocasión, bien como infante o adulto, bien como peatón, conductor o acompañante, ciclista, etc…
El Tráfico impone altas peticiones a los “usuarios de las  vías”. Si estos requerimientos no son controlados, o se afrontan de una forma equivocada, el sistema se “malogra” surgiendo la posibilidad del “siniestro de tráfico”. La forma en que nos enfrentamos a estas demandas que nos pone el sistema de tráfico depende no solo en la forma de realización de la “acción”, sino también de nuestros comportamientos.
Por supuesto, la realización y la conducta del “usuario” en la vía están intrínsecamente ligados, pese en que en ocasiones pueden diluirse las diferencias entre ambas. Lo cierto es que uno y otro término suponen cualidades muy útiles para discernir los conceptos de “formación” y“educación” para muchos no comprendidos.
La “ejecución o realización” de una acción está relacionada con nuestras habilidades de percibir y reaccionar de forma adecuada, en el momento oportuno, ante determinadascircunstancias del tránsito por las vías. Es lo que nosotros llamamos “habilidades”.
Por otro lado, la “conducta” es diferente, se refiere a lo que realmente ejecutamos, no a lo que podemos realizar, por tanto, introduce factores de riesgo como la “percepción” y la“aceptación”, las actitudes ante esta interesante tarea, diferencias culturales, presión del grupo, etc..Debido a que la ejecución del conductor se centra en las “aptitudes” y “habilidades”,ésta puede ser analizada y estudiada mediante pruebas de laboratorio, experimentos en simuladores adecuados o vehículos dotados de instrumentos para el efecto.Por tanto, puede ser enseñada y aprendida por los conductores en el AULA, difícilmente ONLINE como pregonan los detractores con su premonición del fin de las autoescuelas.
Un conductor que tenga “habilidades”, puede decidir por adoptar  una conducción de riesgocon más decisión y rapidez que otro menos habilidoso, y al realizar esta tarea, al ejecutarla decide incrementar la velocidad en detrimento o deterioro de la seguridad en la conducción. También, aquellos conductores que deciden mantener un margen de seguridad, tienen lacapacidad de sortear más fácilmente los desvaríos de otros, como: los niños, las personas de más edad, a los que conducen bajo el efecto de drogas o alcohol y los incompetentes o descuidados en la conducción .Esta observación de la conducción tiene importantes implicaciones. Puede suponer cierta decepción en los estudios y análisis de resultados de la“formación del conductor”. Podría explicar también las diferencias en las medidas de éxito en la formación de los conductores profesionales frente a los conductores no profesionales.
En una profesión estructurada y regulada como la de los conductores profesionales que conducen autobuses y camiones, un incremento en habilidades y destrezas puede suponer un incremento en la seguridad, debido en que no es fácil compensar  con un aumento en la complejidad de la tarea, como sería un aumento de velocidad, tener más ocasiones de realizar un adelantamiento o reducir la distancia de seguridad de forma aceptable.
En conclusión: Esto nos lleva a la consideración de establecer una diferenciación clara y concisa entre “educación” y “formación” vial. Es cierto que se trata de estrategias partícipes de la misma realidad. y en consecuencia con puntos de conexión (muchas veces ignorados) que se podrían calificar de “complementarios”.
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