miércoles, 10 de diciembre de 2014

Seguimos sin aprender. Por Carme Huguet.

10 de dic. de 2014

Seguimos sin aprender


Con un día menos de puente de la Constitución se ha igualado la cifra de fallecidos viales a los fallecidos del puente del 2013. La tendencia es que empiece a aumentar la siniestralidad y con ella el número de fallecidos. Se lanzaron campanas al vuelo por la tendencia bajista de los últimos años. Resultado en el que intervinieron factores múltiples. El comportamiento del conductor no ha cambiado de forma significativa. No existe gran conciencia vial y todavía se cuestionan las causas de los siniestros y se atribuyen en demasiadas ocasiones a cuestiones de mala suerte o que son obra del Supremo. 

Los siniestros viales se producen en muchos casos por negligencia, temeridad, consumos de sustancias y fármacos, condiciones psicofísicas no adecuadas, infravaloración de las propias capacidades..... y sigo... En muy pocas ocasiones podemos determinar que la responsabilidad sea atribuible a las condiciones de la vía o del vehículo. E incluso en esos supuestos habría que valorar el grado de responsabilidad del conductor por no haber adaptado su conducción a las situaciones cambiantes de la vía y del propio vehículo.  

Levantará ampollas en la sociedad pues la mayoría de ciudadanos consideran que la obtención y revisión del permiso de conducción es un derecho constitucional. Los que piensan así andan del todo equivocados. El permiso de conducción es un acto administrativo y como tal puede ser: nulo, anulable, suspendido, intervenido y revocado. Así que por parte de la adjudicatura deberían empezar a contemplar esas medidas. No todo el mundo es apto para conducir y/o renovar su permiso de conducción. Entendemos que no todos podemos ser médicos, arquitectos, ingenieros.... en cambio nos convencemos que todos podemos disponer de una autorización administrativa habilitante para la conducción de vehículos. 

Deben aplicarse las medidas correctoras que ya están previstas en derecho. Debe reformarse el sistema de exámenes para la obtención de los permisos de conducción, modificando, endureciendo y añadiendo pruebas, haciendo hincapié en la sensibilización. Cambios en protocolos de los centros médicos. Demasiadas veces vemos que las liberalizaciones de un sector no conducen a la mejora y aumento de la calidad, sino justo lo contrario. Hay que limitar el acceso a la profesión de profesores de formación vial aumentando los niveles de calidad, exigiendo como requisito mínimo de acceso tener aprobada la selectividad. Hay que regular los centros de formación y las autoescuelas y erradicar del mapa de la formación a aquellos que utilizan medidas publicitarias de captación de clientes que no se basen en el fomento de la calidad. No se puede regalar un trabajo y por eso no se pueden ofrecer regalos, descuentos, etc. que persiguen la captación de clientes. 

Y concluyendo: No todo el mundo es apto para formar y por eso no puede existir liberalización del sector ni tampoco facilidad de acceso a la profesión.

http://carme-huguet-vial-laboral.blogspot.com.es/2014/12/seguimos-sin-aprender.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario