martes, 21 de abril de 2015

Las Auto Escuelas y los Misericordiosos. Por clubautoescuela.com.

Dentro de todas estas cosas de la vida, que siempre aparecen detalles curiosos o sorprendentes. En cierta ocasión escuché a un predicador: que es humilde quien sabe reconocer los méritos de sus opositores y, a menudo, dar las gracias  y quien también, con frecuencia, pide perdón por su mal hacer. Podemos decir, alguien que acepta y agradece el favor recibido de los demás y, a su vez, se da cuenta de sus errores al practicar auxilio  sincero o favores a otros.
Lo mismo podría decirse de la “misericordia”: solamente quien se siente necesitado de misericordia es capaz de sentirse misericordioso, no de forma falsa, superficial o sentimental, sino de una manera eficaz. Según San Agustín: No es misericordioso quien se alegra con el mal ajeno, más bien el que hace algo para remediarlo.
Digo esto, por la barbarie o locura que ha entrado descaradamente en nuestro sector, el sin sentido de combatirnos los unos con los otros por un puñetero mendrugo de pan o conseguir un plato de sopa. Donde antes eramos amigos y compañeros, ahora tratamos de destruirnos los unos a los otros con prácticas demenciales y desconsideradas. A ver quién hunde a quien, con ofertas vergonzosas y nada racionales: la teórica en 24 horas. Quién oferta este irracional, estrafalario y demencial ofrecimiento se descalifica a si mismo como formador-educador y ya no digamos como empresario. Ya no mencionemos los que pregonan teórica GRATIS o cursos express, me dan más pena, devalúan y tiran por los suelos su trabajo. Todo ello, porque la Administración, mira para otro lado. no quiere ni le preocupa reconocer que el sistema de formación hace aguas por todos los costados. No sabemos otra cosa que practicar la rutina impuesta de ” preparar a los alumnos para obtener el permiso de conducir”, cuando la mayor utilidad social y contribución al bien común sería enseñar a conducir en toda la extensión de la palabra y recibir por ello el justo precio y merecimiento a nuestro trabajo. De esa forma erradicaríamos esas prácticas vergonzosas y degradantes  de enseñarles a memorizar con el fin de que superen la evaluación y tengamos en estado potencial unos conductores ignorantes e irresponsables transitando por las vías públicas. ¡¡ Qué vergüenza!!. ..y como el avestruz,  escondemos la cabeza debajo del ala. Ni siquiera sentimos sonrojo….
Me pregunto, ¿cuántos profesionales hay en el Sector que conozcan las obras de misericordia? A nadie le veo levantar la mano o darse golpes de pecho, pues una de ellas y muy relevante dice: ENSEÑAR AL QUE NO SABE.. y, en este caso, es para prevenir la ocurrencia de los siniestros de tráfico y por lo tanto salvar vidas. Que nos da como conclusión y respuesta que no tenemos misericordia ni conciencia de los muchos que pierden la vida por las vías públicas por una formación inadecuada o deficiente.
Dejar que vuestros corazones sean la luz que ilumine vuestros caminos y reflexionemos para encontrar el mejor y más seguro devenir en el tránsito por la vías públicas.
                                                     Aristóteles NW

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