viernes, 3 de abril de 2015

PROFESORES DE FORMACIÓN VIAL: ¡QUERER ES PODER! Por clubautoescuela.com

El lunes pasado ha sido un día feliz y de ilusiones para muchas personas que ha llegado con delirio a la finalización de sus estudios para la obtener la deseada “CERTIFICACIÓN” que les acredita para ejercer de forma oficial la función de “Profesor/a de Formación Vial”.
En estos “momentos” que, la economía, los hacen  duros para unos y los convierte enagresivos, sin piedad ni razón, para otros; se enfrentan a una dura tarea que, en un principio, está llena de ilusiones y ganas de hacer y romper la pana, me refiero a la muy loable y beneficiosa de desarrollar el “aprendizaje de la conducción”. ¡¡Digo bien!!, que nada tiene que ver con la contaminada y tóxica de adiestrar a los futuros conductores con argucias o informaciones extrañas   (mercantilismo duro y puro), o para que superen la “evaluación” que marca la DGT y que se supone culmina o avala que los conductores han tenido una formación-educación adecuada y han llegado a la “excelencia” en su aprendizaje de la conducción. Es el momento donde no se debe confundir el muy recomendable “vivir con ilusión” con el falaz y peligroso “vivir de ilusiones”.
En efecto, si tienes proyectos ambiciosos en tu nueva profesión, avanzarás más rápido, tendrás una singladura u hoja de ruta más clara y deslumbrante, y, en el peor de los casos, te pasará lo mismo que a un arquero que ambicionaba ser campeón olímpico y se entrenaba todas las noches con la ilusión de acertar con sus flechas a la Luna. Por supuesto, no consiguió su objetivo de hacer diana….pero se convirtió en el mejor arquero del mundo. Es aconsejable hacer lo mismo: reeducar la mente, así se conseguirá el objetivo pretendido. Esto nos hace cuestionar la creencia muy genericamente aceptada de que:… se puede obligar a alguien a beber agua pero no a que tenga sed.
Pensemos en que los profesores de formación vial deben  ser “extrovertidos”, que no tienen ni deben tener miedo a relacionarse lo máximo posible con sus alumnos. Que es necesario que generen “empatía” con los mismos, que demuestren que les saben escuchar, que entienden cuáles son las necesidades y emociones de los mismos. Que en vez demenospreciar las opiniones y razones de los alumnos: las respetan, que las escuchan más con el corazón que con la razón,y, si es necesario, caminen en su misma dirección y sentido con el fin de complacerlos y ganar su confianza.
Estos docentes, que en la mayoría de las ocasiones “gestionan bien las emociones de la conducción”, que apenas pierden el control pero que, a veces, no las controlan, que las dejan fluir, que las saben reconocer cuando se producen, que las saben escuchar, interpretar, y, si es necesario expresar…Son hombres o mujeres proactivos/as que tienen iniciativas y que cuando se tiene que hacer una advertencia o llamada desagradable no se cortan y la hacen con el mayor rigor y diligencia de un buen dicente. Deben de ser “perseverantes”  y persistir en los intentos, evitando insistir en los errores cometidos en su docenciaUn trabajo hecho con satisfacción y amor siempre es una creación original, única e innovadora.
Deben de tenerse muy en cuenta estas palabras de Albert Einstein que en un momento dijo cuando se hablaba de su talento : “No es que sea tan listo. Es sólo que le dedico más tiempo a los problemas”.
La sensibilidad moral como la estética se adquieren mediante una experiencia reflexiva, que va comparando, afinando y refinándose. En muchas ocasiones se adquiere  porinfluencia del ambiente en que se vive o de las relaciones que se tienen.
Un “inconsciente” bien adiestrado  guiará nuestras ocurrencias como una brújula interior hacia nortes más deseables o apetitosos.
Podemos alimentar o expresar un símil marinero: ..todos brotamos o salimos náufragos en el mar de la existencia, y es nuestra responsabilidad aprender a ser marinos o navegantes, porque en el tema de conducir vehículos automóviles nos jugamos la vida. La brújula interior nos va a servir para marcar la ruta y el rumbo hacia el objetivo al que se debe dirigirel aprendizaje y encaminar las tareas necesarias para facilitar su realización con éxito. Para lograrlo, debemos concentrarnos en ser buenas personas,  tener conciencia y un buen sentido de la identidad, y, después, esperar a que todas las fuerzas del mundo se conviertan en herramientas que converjan en nuestro propósito formativo.
Sin duda, resulta difícil que cada profesor averigüe su “talento” o “capacidad de formar o enseñar”, pero es fundamental para el desarrollo de esta interesante actividad profesional a la que debemos y tenemos la obligación de dedicarnos con pasión y entrega, ya que las personas que disfrutan trabajando en aquellas tareas de las que más tienen riqueza de conocimientos, albergan más posibilidades de seguir cultivando sus capacidades y habilidades de progresar en ellas.
Según Deepak Chopra: “Todos tenemos un propósito en la vida, un don singular o un talento especial que podemos dar a los demás”. Sin duda, la confianza en uno mismo es el primer peldaño para ascender por la escalera del éxito. Un buen profesor es lo que él cree que es y no lo que pueda decir la gente de su entorno.
¿Sómos los suficientemente valientes como para escuchar lo que sentimos en nuestro corazón?

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